ALMACEN
PUBLICO VS. ALMACEN PRIVADO
Como todos sabemos, el almacén es el lugar estratégico de la empresa
donde en forma provisional o temporal se guardan los bienes que la organización
adquiere para los consumidores internos (trabajadores) y externos (clientes),
de manera que esta pueda seguir operando. Hay de todo tipo y funcionan tanto en
el sector público como en la empresa privada.
En nuestro desempeño profesional en el área logística, se ha observado
lo siguiente respecto a los almacenes del sector público: es verdad que ahora
hay más computadoras, los directivos se preocupan que el personal esté más
capacitado, hay normas, manual de procedimientos, pero hay una cosa… los bienes
pueden permanecer todo el tiempo que quieran en el almacén porque no hay conciencia
del costo.
Un bien mientras permanezca en el almacén va a implicar el siguiente
costo adicional, aparte del costo de adquisición, es decir, el costo que ha
hecho la empresa:
a. Costo de espacio. Ocupa un lugar
en el almacén. Va a haber un momento en que no sabrán qué hacer con ese bien que
estará de un lugar a otro dentro del almacén.
b. Costo de tiempo. Horas, días,
semanas, años que el bien está en el almacén.
Y podría agregarse el costo de horas/hombre, ese tiempo que el
trabajador le dedica a ese bien adquirido nadie sabe por qué ni para quién.
Vamos a comentar un caso que ha sucedido en un almacén de repuestos de
vehículos de un ministerio: el sector tenía a su cargo cientos de vehículos de varias marcas y modelos que en su momento
de adquisición les correspondió su lote de repuestos y que fueron internados en
el almacén central. Como los vehículos fueron distribuidos a nivel nacional y
el almacén central estaba ubicado en la ciudad capital, los almaceneros de cada
ciudad no se preocuparon en solicitar los repuestos que necesitaban, en todo
caso, lo adquirían con el presupuesto de la sub-unidad. Mientras tanto, el
almacén central tampoco se preocupó en su distribución ni dio cuenta del stock
de repuestos a los almaceneros que podría hacer sido de utilidad a sus
vehículos afectados.
Pasaron los años, los vehículos por su continuo uso o desperfectos fueron
dados de baja, pero los repuestos siguieron permaneciendo en el almacén. Todos
los inventarios que se realizaban al 31 de diciembre (sólo una vez al año),
siempre reportaban los mismos repuestos, total –dijo un desubicado- los bienes
del almacén no se deprecian.
Hasta que un día una comisión de auditores externos hizo la observación
y posterior recomendación: distribuir los repuestos a otros vehículos que le
sean factibles (habían vehículos de distinta marca, modelo, año) o proceder a
su baja. Creemos que les faltó establecer responsabilidad.
Pasó más tiempo, se formó una comisión con personal mecánico automotriz
que informó que los repuestos no le daban a otros vehículos, eran obsoletos, por
lo que recomendaban su baja.
Ha seguido pasando el tiempo, por desidia y por la burocracia existente
aún no se promulga la resolución de baja, para que al menos se vendan los
repuestos como chatarra y pueda el Estado recuperar algo, porque la verdad se ha
perdido miles de dólares por estas acciones realmente negligentes de muchos
actores.
El caso comentado líneas arriba suponemos que no sucede, no puede
suceder, en un almacén del sector
privado. Los inventarios están en constante movimiento, son continuamente
revisados, hay más especialización logística, lo último en tecnología, se compra lo que se necesita y se distribuye casi de inmediato, la
empresa se preocupa en aumentar las utilidades y reducir los costos (un almacén
implica mucho costo por lo que sí se toma en cuenta los costos de espacio y
tiempo), los jefes de almacén están supervisados constantemente por los
gerentes, etc.
Algo que no cabe en la cabeza, por lo ilógico, ¿para qué comprar algo
que no se va a usar? No tiene sentido adquirir algo para tenerlo guardado, si
se ha hecho alguna adquisición es porque ha habido una necesidad que requiere
ser satisfecha, para eso están los órganos encargados de las compras que se
guían por su política de adquisiciones,
además se está gastando dinero que podría ser utilizado en satisfacer la
necesidad de otra área de la empresa. Por último, no olvidar que un bien
almacenado es capital inmovilizado.
Lo que hemos comentado y sucedido en el sector público no puede suceder en el sector privado porque muchas cabezas rodarían. Para evitar estos lamentables casos hay que cambiar la mentalidad del funcionario y del servidor público que labora en el área logística, especialmente en el almacén, con respecto a los recursos del Estado del cual ellos se consideran como meros administradores, sólo se basan en lo que dicen los manuales, directivas, reglamentos, memorandos y otros documentos. El trabajador del sector público está limitado en su accionar, está atado de manos, no puede innovar ni generar valor agregado ni tomar decisiones radicales porque se estaría saliendo del marco normativo, es decir, del libreto, lo que les causaría problemas laborales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario