LOS VALORES COMO PARTE DE LA CULTURA ORGANIZACIONAL
Estamos viviendo en estos días una serie de informaciones por parte de los medios de comunicación y de los operadores de justicia (fiscalía, poder judicial), que dan cuenta de una serie de acciones dolosas realizadas por parte de empresas constructoras que por ganar licitaciones para obras de infraestructura que necesita el país han sobornado a los responsables de esos proyectos, pero lo peor es que una de ellas tenía una oficina encargada para esos pagos ilícitos, es decir ¡estaban presupuestados! De estos malos manejos gran parte de los ejecutivos y trabajadores tenían conocimiento, empezando por la cabeza, como si fuera parte de su política empresarial. Al haberse destapado el escándalo se han visto involucrados una serie de políticos, empresarios, gobernantes y personajes públicos, que realmente coloca a la sociedad y a sus instituciones en un nivel por demás deplorable ante los ojos del mundo. No son nada positivas estas noticias, porque nadie va a querer venir ni invertir en un país corrupto. Es por esta razón es que nuevamente se pone en el tapete de la discusión el asunto de los valores como parte de la cultura organizacional.
LOS VALORES
Al hablar de valores se nos viene la idea de algo bueno, positivo, digno, apreciado, estimado, es decir, son cualidades que deberían ser parte de nosotros y encontrarlos en nuestro entorno, pero no los encontramos, más bien, llama la atención de alguien que tenga valores, que sea digna de admiración. Es extraño ver o escuchar de alguna autoridad o empresa que sea digna de nuestro aprecio y respeto, como si todos fueran cortados con la misma tijera, es tal la desconfianza, pareciera que los valores fueran una especie en extinción.
La práctica de los valores morales nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el agradecimiento, la lealtad, la amistad, la paz, la humildad, el respeto, la generosidad, entre otros. Su ausencia, el no practicarla, es negativo para la convivencia humana y organizacional, es lamentable, es triste, nos hace menos humanos. Estos valores orientan nuestra conducta, por ellos decidimos como actuar antes las diversas cuestiones que nos plantea la vida diaria, formando la llamada escala de valores. Si desde pequeños, ya sea en el hogar y en la escuela, hubiéramos tenido conciencia de su existencia y, con el ejemplo de los padres y de los maestros, otra sería nuestra sociedad.
VALORES, MORAL, ETICA Y ANTIVALORES
La moral y la ética tienen significados parecidos, ambas expresiones se refieren al tipo de actitudes y comportamientos que hacen mejor a las personas, las hace más humanas. La moral describe los comportamientos que nos conduce hacia lo bueno y deseable. La ética es la ciencia filosófica que reflexiona sobre dichos comportamientos, las dos nos dirigen a vivir de acuerdo a una escala de valores.
Pero así como existen los valores morales, también existen los valores inmorales o antivalores. La injusticia, la deshonestidad, la intransigencia, la intolerancia, la traición, la irresponsabilidad, la indiferencia, el egoísmo, el odio, la arrogancia, la soberbia, la envidia, el prejuicio, son ejemplos de antivalores que rigen la conducta de los inmorales.
Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la escala de valores en actitud negativa y contraria, para rechazarlos o violarlos. Es una persona sin escrúpulos, fría, calculadora, insensible, hace cualquier cosa para lograr su objetivo. Elegir el camino de los antivalores es a todas luces equivocado, es realmente una forma errada de vivir, porque nos deshumaniza y nos degrada, causa en los demás rechazo, desprecio, desconfianza y castigo por parte de la sociedad.
CULTURA ORGANIZACIONAL
Trasladando los valores al campo de la empresa, sin duda es la Alta Dirección, sus ejecutivos y los líderes los responsables por promover los valores dentro de la organización. No olvidar que la cultura organizacional es la personalidad de la compañía que lo diferencia de otra en cuanto a procesos, procedimientos y relaciones. Dentro de esta cultura de la empresa se incluye los conocimientos, creencias y valores hasta las políticas, capacidades y habilidades adquiridas por las personas en tanto miembros de la compañía para la que trabajan. Cuando las personas conviven en una empresa van formando un algo en común, como una personalidad colectiva, sin perder sus diferencias individuales. Al ingresar trabajadores nuevos a la compañía, muchas veces no se les socializa adecuadamente, es decir, no consiste en que al trabajador se le capacite técnicamente para la labor, sino también se le debe capacitar culturalmente: cómo vestirse, a que hora se almuerza, cómo son las reuniones de trabajo, cómo se relacionan las personas al interior de la empresa, quiénes son los líderes formales e informales, cómo son los sistemas de comunicación interna y externa, entre otros.
Comprender la cultura de la empresa es importante para que las personas lleguen a conocer cuáles son las conductas apropiadas y esperadas dentro de la empresa. Es así como, cuando una persona no se desempeña según lo esperado, una de las razones suele ser que no se ha adaptado a la cultura organizacional, constituyendo un obstáculo para el logro de los objetivos.
PALABRAS FINALES
El mundo de los valores es amplio, complejo y en permanente evolución. En cada época aparecen nuevos valores o los viejos valores cambian de nombre. Somos libres de escoger nuestros valores y de darles el orden y la importancia que consideremos correctos de acuerdo con nuestra manera de ser y de pensar. De la manera como consideremos y llevemos los valores tendremos una vida grata, alegre, en armonía con nosotros mismos y con los demás, nos permitirán desarrollarnos como personas.
En cuanto a la cultura organizacional los valores apoyarán la visión y la misión formuladas por la empresa, proporcionarán ventajas tanto internas como externas, ayudarán en la toma de decisiones y en una buena atención al cliente. Por último, darán una buena imagen y mostrarán a la comunidad que la organización trabaja responsablemente.
Aunque hemos tomado partida por los valores morales, estos no son más que buenos deseos, tenemos que ser realistas, porque estamos dominados por un sistema económico ultra liberal que apuesta por el consumismo, ha convertido al hombre y su trabajo en una mera mercancía, todo lo ve dinero y con tal de conseguirlo, realiza una serie de malas artes que corrompe los valores, este estado de cosas hay que cambiarlo, promoviendo una serie de cambios que hagan de nuestra sociedad un lugar más seguro y donde la distribución de la riqueza sea equitativa.
La moral y la ética tienen significados parecidos, ambas expresiones se refieren al tipo de actitudes y comportamientos que hacen mejor a las personas, las hace más humanas. La moral describe los comportamientos que nos conduce hacia lo bueno y deseable. La ética es la ciencia filosófica que reflexiona sobre dichos comportamientos, las dos nos dirigen a vivir de acuerdo a una escala de valores.
Pero así como existen los valores morales, también existen los valores inmorales o antivalores. La injusticia, la deshonestidad, la intransigencia, la intolerancia, la traición, la irresponsabilidad, la indiferencia, el egoísmo, el odio, la arrogancia, la soberbia, la envidia, el prejuicio, son ejemplos de antivalores que rigen la conducta de los inmorales.
Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la escala de valores en actitud negativa y contraria, para rechazarlos o violarlos. Es una persona sin escrúpulos, fría, calculadora, insensible, hace cualquier cosa para lograr su objetivo. Elegir el camino de los antivalores es a todas luces equivocado, es realmente una forma errada de vivir, porque nos deshumaniza y nos degrada, causa en los demás rechazo, desprecio, desconfianza y castigo por parte de la sociedad.
CULTURA ORGANIZACIONAL
Trasladando los valores al campo de la empresa, sin duda es la Alta Dirección, sus ejecutivos y los líderes los responsables por promover los valores dentro de la organización. No olvidar que la cultura organizacional es la personalidad de la compañía que lo diferencia de otra en cuanto a procesos, procedimientos y relaciones. Dentro de esta cultura de la empresa se incluye los conocimientos, creencias y valores hasta las políticas, capacidades y habilidades adquiridas por las personas en tanto miembros de la compañía para la que trabajan. Cuando las personas conviven en una empresa van formando un algo en común, como una personalidad colectiva, sin perder sus diferencias individuales. Al ingresar trabajadores nuevos a la compañía, muchas veces no se les socializa adecuadamente, es decir, no consiste en que al trabajador se le capacite técnicamente para la labor, sino también se le debe capacitar culturalmente: cómo vestirse, a que hora se almuerza, cómo son las reuniones de trabajo, cómo se relacionan las personas al interior de la empresa, quiénes son los líderes formales e informales, cómo son los sistemas de comunicación interna y externa, entre otros.
Comprender la cultura de la empresa es importante para que las personas lleguen a conocer cuáles son las conductas apropiadas y esperadas dentro de la empresa. Es así como, cuando una persona no se desempeña según lo esperado, una de las razones suele ser que no se ha adaptado a la cultura organizacional, constituyendo un obstáculo para el logro de los objetivos.
PALABRAS FINALES
El mundo de los valores es amplio, complejo y en permanente evolución. En cada época aparecen nuevos valores o los viejos valores cambian de nombre. Somos libres de escoger nuestros valores y de darles el orden y la importancia que consideremos correctos de acuerdo con nuestra manera de ser y de pensar. De la manera como consideremos y llevemos los valores tendremos una vida grata, alegre, en armonía con nosotros mismos y con los demás, nos permitirán desarrollarnos como personas.
En cuanto a la cultura organizacional los valores apoyarán la visión y la misión formuladas por la empresa, proporcionarán ventajas tanto internas como externas, ayudarán en la toma de decisiones y en una buena atención al cliente. Por último, darán una buena imagen y mostrarán a la comunidad que la organización trabaja responsablemente.
Aunque hemos tomado partida por los valores morales, estos no son más que buenos deseos, tenemos que ser realistas, porque estamos dominados por un sistema económico ultra liberal que apuesta por el consumismo, ha convertido al hombre y su trabajo en una mera mercancía, todo lo ve dinero y con tal de conseguirlo, realiza una serie de malas artes que corrompe los valores, este estado de cosas hay que cambiarlo, promoviendo una serie de cambios que hagan de nuestra sociedad un lugar más seguro y donde la distribución de la riqueza sea equitativa.