viernes, 14 de abril de 2017

LOS VALORES COMO PARTE DE LA CULTURA ORGANIZACIONAL

LOS VALORES COMO PARTE DE LA CULTURA ORGANIZACIONAL

Estamos viviendo en estos días una serie de informaciones por parte de los medios de comunicación y de los operadores de justicia (fiscalía, poder judicial), que dan cuenta de una serie de acciones dolosas realizadas por parte de empresas constructoras que por ganar licitaciones para obras de infraestructura que necesita el país han sobornado a los responsables de esos proyectos, pero lo peor es que una de ellas tenía una oficina encargada para esos pagos ilícitos, es decir ¡estaban presupuestados! De estos malos manejos gran parte de los ejecutivos y trabajadores tenían conocimiento, empezando por la cabeza, como si fuera parte de su política empresarial. Al haberse destapado el escándalo se han visto involucrados una serie de políticos, empresarios, gobernantes y personajes públicos, que realmente coloca a la sociedad y a sus instituciones en un nivel por demás deplorable ante los ojos del mundo. No son nada positivas estas noticias, porque nadie va a querer venir ni invertir en un país corrupto. Es por esta razón es que nuevamente se pone en el tapete de la discusión el asunto de los valores como parte de la cultura organizacional.  

LOS VALORES

Al hablar de valores se nos viene la idea de algo bueno, positivo, digno, apreciado, estimado, es decir, son cualidades que deberían ser parte de nosotros y  encontrarlos en nuestro entorno, pero no los encontramos, más bien, llama la atención de alguien que tenga valores, que sea digna de admiración. Es extraño ver o escuchar de alguna autoridad  o empresa que sea digna de nuestro aprecio y respeto,  como si todos fueran cortados con la misma tijera, es tal la desconfianza,  pareciera que los valores fueran una especie en extinción. 

La práctica de los valores morales nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad,  la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el agradecimiento, la lealtad, la amistad, la paz, la humildad, el respeto, la generosidad, entre otros. Su ausencia, el no practicarla, es negativo para la convivencia humana y organizacional, es lamentable, es triste, nos hace menos humanos. Estos valores orientan nuestra conducta, por ellos decidimos como actuar antes las diversas cuestiones que nos plantea la vida diaria, formando la llamada escala de valores. Si desde pequeños, ya sea en el hogar y en la escuela, hubiéramos tenido conciencia de su existencia y, con el ejemplo de los padres y de los maestros, otra sería nuestra sociedad.

VALORES, MORAL, ETICA Y ANTIVALORES

La moral y la ética tienen significados parecidos, ambas expresiones se refieren al tipo de actitudes y comportamientos que hacen mejor a las personas, las hace más humanas. La moral describe los comportamientos que nos conduce hacia lo bueno y deseable. La ética es la ciencia filosófica que reflexiona sobre dichos comportamientos, las dos nos dirigen a vivir de acuerdo  a una escala de  valores.

Pero así como existen los valores morales, también existen los valores inmorales o antivalores. La injusticia, la deshonestidad, la intransigencia, la intolerancia, la traición, la irresponsabilidad, la indiferencia, el egoísmo, el odio, la arrogancia, la soberbia, la envidia, el prejuicio, son ejemplos de antivalores que rigen la conducta de los inmorales.

Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la escala de valores en actitud negativa y  contraria, para rechazarlos o violarlos. Es una persona sin escrúpulos, fría, calculadora, insensible, hace cualquier cosa para lograr su objetivo. Elegir el camino de los antivalores es a todas luces equivocado, es realmente una forma errada de vivir, porque nos deshumaniza y nos degrada, causa en los demás rechazo, desprecio, desconfianza y castigo por parte de la sociedad.

CULTURA ORGANIZACIONAL

Trasladando los valores al campo de la empresa, sin duda es la Alta Dirección, sus ejecutivos y los líderes los responsables por promover los valores dentro de la organización. No olvidar que la cultura organizacional es la personalidad de la compañía que lo diferencia de otra en cuanto a procesos, procedimientos y relaciones. Dentro de esta cultura de la empresa se incluye los conocimientos, creencias y valores hasta las políticas, capacidades y habilidades adquiridas por las personas en tanto miembros de la compañía para la que trabajan. Cuando las personas conviven en una empresa van formando un algo en común, como una personalidad colectiva, sin perder sus diferencias individuales. Al ingresar trabajadores nuevos a la compañía, muchas veces no se les socializa adecuadamente, es decir, no consiste en que al trabajador se le capacite técnicamente para la labor, sino también se le debe capacitar culturalmente: cómo vestirse, a que hora se almuerza, cómo son las reuniones de trabajo, cómo se relacionan las personas al interior de la empresa, quiénes son los líderes formales e informales, cómo son los sistemas de comunicación interna y externa, entre otros.

Comprender la cultura de la empresa es importante para que las personas lleguen a conocer cuáles son las conductas apropiadas y esperadas dentro de la empresa. Es así como, cuando una persona no se desempeña según lo esperado, una de las razones suele ser que no se ha adaptado a la cultura organizacional, constituyendo un obstáculo para el logro de los objetivos.

PALABRAS FINALES

El mundo de los valores es amplio, complejo y en permanente evolución. En cada época aparecen nuevos valores o los viejos valores cambian de nombre. Somos libres de escoger nuestros valores y de darles el orden y la importancia que consideremos correctos de acuerdo con nuestra manera de ser y de pensar. De la manera como consideremos y llevemos los valores tendremos una vida grata, alegre, en armonía con nosotros mismos y con los demás, nos permitirán desarrollarnos como personas.

En cuanto a la cultura organizacional los valores apoyarán la visión y la misión formuladas por la empresa, proporcionarán ventajas tanto internas como externas, ayudarán en la toma de decisiones y en una buena atención al cliente. Por último, darán una buena imagen y mostrarán a la comunidad que la organización trabaja responsablemente.

Aunque hemos tomado partida por los valores morales, estos no son más que buenos deseos, tenemos que ser realistas, porque estamos dominados por un sistema económico ultra liberal que apuesta por el consumismo, ha convertido al hombre y su trabajo en una mera mercancía, todo lo ve dinero y con tal de conseguirlo, realiza una serie de malas artes que corrompe los valores, este estado de cosas hay que cambiarlo, promoviendo una serie de cambios que hagan de nuestra sociedad un lugar más seguro y donde la distribución de la riqueza sea equitativa. 








domingo, 2 de abril de 2017

COMO ENSEÑAR ADMINISTRACION. UNA EXPERIENCIA PERSONAL

COMO ENSEÑAR ADMINISTRACION. UNA EXPERIENCIA PERSONAL

Permítanme contarles mi experiencia docente sin ánimo de querer ser perfecto, porque todos sabemos que lo perfecto no existe y que la educación es y será siempre compleja.

Los que hemos estudiado Administración no salimos preparados para la enseñanza. Trabajo para la Administración Pública en el área logística y un día una amiga profesora de inglés me dijo que necesitaban un profesor de Administración para el turno noche en el Instituto donde laboraba. Siempre he querido enseñar y ésta era una oportunidad  que no debía desperdiciar.

El director me recibió y me dijo que urgía de un profesor de Administración para los estudiantes de Computación e Informática. Una breve entrevista (hubo química entre nosotros), se llegó a un acuerdo y ese mismo día empezaba, así que tuve que regresar a mi casa a repasar mis apuntes, mis libros y recordar las clases de mis profesores en la Universidad, es decir, tuve que preparar mi primera clase. Cuando regresé, nuevamente me recibió el director y me llevó al aula donde me esperaban mis alumnos. No lo voy a negar, pero estaba un poco nervioso.

Cuando entramos, el director me presentó con los estudiantes con loables palabras hacia mi persona, eso me ayudó. Ya solo con ellos, nuevamente me presenté y les dije acerca de los objetivos del curso, de su contenido, de su importancia de estudio, de su relación con la Computación, etc.  Ese día no lo olvidaré, pero creo que no lo hice tan mal.

Pongo a su disposición la estructura para un curso introductorio de Administración, semestral, con un promedio de 18 a 20 semanas, dividido en 3 etapas:

1. Introducción a la Administración: definición, importancia, Administración como ciencia y arte, características, evolución del pensamiento administrativo, escuelas del pensamiento administrativo, empresa, clasificación de la empresa (3 semanas).

2. Proceso de la Administración: Planificación, Organización, Dirección, Control. Soy conciente que este punto es el más polémico (12 semanas, 3 clases cada uno).

3. Nuevas herramientas y técnicas de Administración: Reingeniería, Calidad Total, Normas ISO, Administración Estratégica (3 semanas).

Hay que considerar que, con apenas 3 horas semanales de clase, hacer malabares para administrar el tiempo, debiendo considerar también el tiempo para las prácticas calificadas, exámenes y exposiciones.

Es importante la comunicación y la empatía con el estudiante, proporcionándole los conceptos y herramientas necesarias para la adopción de una visión gerencial y de liderazgo en este mundo tan competitivo, inculcándoles los valores tan necesarios, pero tan venidos a menos. También hay que ser consejeros, porque no podemos olvidar que se está trabajando con jóvenes en pleno proceso de formación de su personalidad, sobre todo con el ejemplo. Un profesor no solo es aquel profesional que entra al aula a dictar su clase y nada más, el profesor también es un líder. Fuera de clase también debe estar apto para absolver cualquier consulta de los estudiantes.

En las clases se discute académicamente y se comenta distintos casos de empresas y de Administración, tanto local como internacional. Las clases deben ser revisadas previamente, actualizándolas constantemente. Un docente de Administración debe obligatoriamente estar actualizado, para eso están los libros, periódicos, las revistas de negocios, conferencias, cursos y, por supuesto, internet.

Ha transcurrido el tiempo y quien escribe ha tenido la oportunidad de enseñar otros cursos como Contabilidad, Economía, Estadística, Matemática. Ya pasó aquel día que empezó con un poco de nervios a dar su primera clase. Sin duda, la experiencia te da más confianza y esa confianza nos ha permitido también enseñar en otras instituciones académicas.

A los colegas docentes les sugiero evitar la mecanización, es decir, hacer cada clase siempre distinta, dinámica, amena. Realizarse una autoevaluación preguntándose si los estudiantes han comprendido la clase.

Para aquellos que deseen iniciarse en la docencia, se les hace de su conocimiento que el ser docente implica tener vocación (no esperen hacerse millonarios), paciencia, imaginación y tener sentido del humor. Sus clases hacerlas siempre en forma expositiva, evitando el pesado dictado y la memorización y prepararlas siempre con anticipación.